martes, 29 de enero de 2013

¿Qué es el Arte?


Entiendo el concepto de Arte escrito con mayúscula como una eterna aspiración del ser humano de alcanzar la perfecta, total comprensión del cosmos, entendido aquí como el Todo que conforma el Universo, en una perfecta armonía y orden en el que todo es bello porque es parte de este orden. Sin embargo, no deja de ser una utopía, un concepto abstracto que nunca ha existido, y, como dice Ernst Gombrich, no hay Arte, sino artistas. Estas personas tratan de retratar la realidad tal y como ellos la perciben, no necesariamente tiene que ser lo que nuestros ojos, como instrumentos humanos que son -y, por tanto, imperfectos-, captan. Cada artista tiene su forma personal de ver el Arte, porque no hay dos personas iguales y el carácter intrínsecamente subjetivo del concepto del Arte a la hora de la representación se manifiesta de manera distinta en cada ser humano que se abra a interpretar una parte de este cosmos tan inmensamente vasto que sería imposible que todo el concepto de Arte cobrara sentido y fuera asimilado por un cerebro humano. Desde tiempos antiguos, el pleno conocimiento del cosmos ha sido considerado reservado sólo a la divinidad, que podríamos considerar como el artista por excelencia, como creadora y conocedora del cosmos o, a veces, como servidora directa de éste. Considero que el Arte es el intento del ser humano de alcanzar la divinidad, la suma sabiduría, la visión total y cósmica del Universo; no deja de ser una eterna aspiración que nunca llegaremos a cumplir, pero gracias a la inspiración que la divinidad nos otorga -y aquí debemos reconocer el gran papel de todas y cada una de las religiones a la hora de mostrarnos seres ideales que han servido de modelo a seguir no sólo para los artistas, sino también para los filósofos y pensadores- podemos continuar buscando nuevas formas de acercarnos a ella y ampliar por tanto nuestra visión.

La Historia del Arte, para mí, recoge las manifestaciones gráficas -y con "gráficas" no sólo hablo de pintura, sino toda manifestación visual- que el ser humano ha hecho desde tiempos inmemoriales en su continuo intento de alcanzar el conocimiento cósmico. He escrito deliberadamente "gráficas" porque, estrictamente, la Historia del Arte engloba sólo las disciplinas que la Academia considera Bellas Artes: escultura, arquitectura y pintura. Aunque pueda sonar atrevido, lo que la gente llama -y a veces venera ciegamente como la disciplina más culta- "Historia del Arte", yo lo llamaría "Historia del Arte Gráfico", porque, ¿no es la música, la danza, el cine o los videojuegos en tiempos más modernos, otras formas de Arte, de interpretar el mundo que nos rodea? Como Gombrich nos cuenta, en tiempos antiguos los artistas eran considerados simples artesanos al servicio de la comunidad, unos trabajadores más o menos talentosos, pero ahí acababa el reconocimiento. No hace mucho tiempo que consideramos grandes artistas a los pintores egipcios o los escultores romanos; me atrevería a decir que, en unos siglos, lo que ahora es despreciado como "artes menores" entre la gran lista de reconocimiento pleno de aquellas cosas que forman parte del saber acumulado de las distintas interpretaciones del cosmos, y sus creadores reverenciados: quizá, dentro de tres siglos, el nombre ahora casi anónimo de Hironobu Sakaguchi sea tan conocido y considerado como el de Fidias, Rubens o Picasso . Como el Arte evoluciona, a veces a un ritmo tan vertiginoso, la Historia del Arte también debe evolucionar. Resulta curioso, por decirlo de alguna forma, que el registro de estos cambios caóticos dentro del cosmos tarde tanto tiempo en aceptar los cambios sin admitir que todo lo que el ser humano hace es Arte. Incluso las cosas más utilitarias lo son: ahora la rueda nos parece algo tan simple que ni nos fijamos en ella, pero el hombre primitivo que descubrió un principio fundamental de la física -ciencia por excelencia del cosmos- era un genio, eso es innegable. Trasladó una parte del cosmos al plano físico en la aplicación de esta ley de la física. Sacar del cosmos, con sus infinitos planes de existencia, de realidad, un objeto. Eso es Arte. Y no todo el mundo lo hubiera podido hacer, al igual que los artistas del siglo XX pintaban una lata de cerveza y la exponían. La gente dice, "cualquiera lo podría hacer". La diferencia radica en "a quién se le ha ocurrido hacerlo", y eso es lo que define al artista y su expresión del Arte como tal. La imaginación es la herramienta directa del Arte, es una versión reducida del concepto cósmico dentro de nuestra mente, y la curiosidad es la virtud más preciada para el artista. El cosmos nos plantea preguntas, la curiosidad nos impulsa a buscar respuestas, y la imaginación nos permite crear las respuestas. La gente dice, "no existen los grifos, sólo son un producto de la imaginación". Producto, la palabra clave. Hemos creado un concepto. ¿O quizá no? Si nos basamos en las teorías del filósofo griego Platón, todo lo que creamos tiene su lugar en el cosmos etéreo, en forma de Idea. ¿No es acaso una forma de existencia una imagen, como creían firmemente los hombres primitivos? Aunque pueda sonar pesimista, duda que algún día la Historia del Arte sea capaz de registrar todo el saber cósmico, artístico, de la humanidad. No deja de ser una obra humana con sus limitaciones. Pero son los defectos lo hacen interesantes las manifestaciones artísticas, porque nos permiten apreciar lo que hemos mejorado. Tener defectos es la forma de alcanzar la perfección, porque los humanos vivimos para el afán de superación. Esto también es innegable. Y la Historia del Arte así lo demuestra, los humanos tratamos de ver la perfección por caminos a veces dispares, y a veces incluso con la imperfección. Otra vez lo reitero, la perfección consta de la combinación de imperfecciones. La realidad es imperfecta, pero dentro del orden cósmico, es perfecta. Todo tiene un sentido y un lugar en el mundo, porque forma parte de él.

La Historia del Arte, como disciplina social, nació a raíz del siglo XIX, en la época del Romanticismo. En concreto, la aparición de la Academia y los museos desencadenó la consideración de la progresión del Arte en el tiempo como una ciencia social. Aunque la clasificación de la Academia de aquella época no ha cambiado, ya que sigue teniendo en cuenta como Arte las manifestaciones de pintura, escultura y arquitectura y se considera la música, la ornamentación y la danza -en aquel tiempo- como "artes menores". No obstante, aunque la Historia del Arte como tal no fue considerada disciplina de estudio hasta el siglo XIX, cabe destacar estudios mucho más antiguos de las manifestaciones artísticas como por ejemplo las del pintor y escultor toscano Giorgio Vasari en el siglo XVI, o los de lo que podría considerarse el historiador más antiguo del arte, el escultor griego Jenócrates de Sicyon, del siglo III a. C., que escribió sobre el desarrollo de la pintura y la escultura griegas. Como punto de origen de la Historia del Arte como la entendemos hoy en día, cabe mencionar a Johann Winckelmann, personaje que vivió en el siglo XVIII, considerado el fundador de la Historia del Arte y también de la arqueología como disciplinas modernas. El Neoclasicismo estuvo muy influenciado por los escritos y estudios de Winckelmann, que afirmaba que el arte clásico había alcanzar la perfección. Cometió errores en su estudio que se justifican por la escasez de medios de la época a la hora de estudiar analíticamente las obras, pero eso no resta importancia a la repercusión de su obra maestra, Historia del arte de la antigüedad.

Posteriormente, la Historia del Arte fue no solamente estudiada por los historiadores como tal, sino que su estudio y análisis permitió a otros grandes pensadores políticos y sociales incluir en sus reflexiones el impacto del Arte en la sociedad humana , como por ejemplo hizo Karl Marx ligando a la Historia del Arte en la historia social y como la primera afecta a la segunda, o la utilización de rasgos iconográficos clásicos artísticos como símbolos de poder en las dictaduras del siglo XX, como el fascio romano en el fascismo o la antigua esvástica al nazismo. Hoy en día, la Historia del Arte sigue siendo una disciplina en constante cambio y objeto de numerosas controversias y análisis externos por parte de otras ciencias sociales, pero personalmente pienso que la Historia del Arte tiene poco de ciencia social. En una sociedad tan acostumbrada a las convenciones artísticas, sólo que se salen de los protocolos sociales establecidos podrían comprender la historia de la búsqueda de la sabiduría cósmica, una empresa tan repleta todavía de misterios que el simple hecho de pensar en que no todo es como pensamos que es aterroriza a quien no quiere ver más allá por miedo a no ver lo que quiere ver. Sólo quien tiene valor para asimilar que nunca tendremos un mundo perfecto puede aspirar a entrever mínimamente este mundo perfecto. Para ello nos resulta útil el Arte.


- Extracto de mi trabajo universitario para el examen cuatrimestral de Historia del Arte

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